PELLET, ASTILLA Y LEÑA
El pellet es un combustible ecológico y económico que se forma aglomerando restos de serrín.
Tanto el pellet como la astilla y la leña son materiales naturales totalmente renovables y están fabricados a partir de residuos vegetales. Tienen un alto poder calorífico que se mantiene constante durante toda la combustión y produce bajas emisiones de gases efecto invernadero.
Además, son materiales seguros e inocuos para la salud y fomentan la limpieza de los bosques, reduciendo el riesgo de incendios.
ENERGÍA SOLAR
La energía solar es una alternativa sostenible a la finitud de los combustibles fósiles y a sus efectos perjudiciales para el medio ambiente, que son la principal causa del cambio climático.
La energía solar es infinita ya que al Sol aún le quedan 6.500 años de vida. Cada hora, el Sol arroja sobre la Tierra más energía de la suficiente para satisfacer las necesidades globales de un año completo.
La energía solar goza de numerosos beneficios que la sitúan como una de las más prometedoras. Renovable, no contaminante y disponible en todo el planeta, contribuye al desarrollo sostenible y a la generación de empleo en las zonas en las que se implanta.
GAS NATURAL
El gas natural es una energía limpia y eficiente y tiene múltiples ventajas. Se le llama natural porque se encuentra en la naturaleza, específicamente en reservorios de gas debajo de la tierra.
Es uno de los combustibles más económicos que existen, debido a su alta eficiencia energética. Se trata de un combustible limpio porque emite una cantidad mínima de agentes contaminantes al medio ambiente. Es una fuente de energía de suministro continuo, por lo que siempre está disponible. Además, el exceso de electricidad renovable puede convertirse en gas natural, que se almacena hasta que sea necesario para su uso.
Es uno de los combustibles más seguros que existen debido a que es más liviano que el aire, razón por la que, si se produce una fuga, se disipa en el ambiente, disminuyendo los riesgos.
ENERGÍA ELÉCTRICA
La producción de energía eléctrica a partir de fuentes de energía renovables tiene un papel fundamental en la consecución de los objetivos de mejora del medio ambiente, seguridad de abastecimiento energético y desarrollo sostenible.
Las energías renovables producen energía con cero emisiones de dióxido de carbono. Además, no se agotan cuando las consumimos, ya que se renuevan de forma natural. También favorecen el uso de recursos energéticos locales, la generación de empleo y la reducción de la dependencia energética del país.
Los principales sistemas para producir electricidad renovable en el hogar son la instalación de paneles solares fotovoltaicos o la instalación de mini generadores eólicos.
AEROTERMIA Y GEOTERMIA
La aerotermia y geotermia son fuentes de energía alternativas, baratas y ecológicas, que la naturaleza nos ofrece. Consisten en el aprovechamiento de los recursos naturales: tierra, aire y agua; para generar
calor en los hogares.
El subsuelo es una gran fuente de energía. A unos pocos metros bajo la superficie de la tierra, se almacena el calor del Sol. Desde el núcleo de la Tierra se irradian al exterior temperaturas de hasta 6.500 grados. La geotermia es una energía limpia y renovable que aprovecha el calor del sol almacenado por el suelo para obtener calefacción, refrigeración y agua caliente de forma ecológica.
La aerotermia es una tecnología que utiliza recupera la energía acumulada en el aire para climatizar espacios. Es una energía renovable gratuita y disponible 24 horas al día.
CALOR INFRARROJO
La generación de calor por energía infrarroja es de las más ecológicas que existen. Ya que no produce emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, tiene una vida útil mucho mayor que cualquier otro dispositivo, y se fabrica con materiales reciclables en un 95%.
Herschel llegó a la conclusión, en el s. XIX, de que todos los cuerpos emiten calor infrarrojo en mayor o menor medida. Esto provoca un intercambio continuo de calor entre los diferentes elementos de un mismo entorno, incluidos personas y animales.
El sistema de calefacción por infrarrojos imita la radiación solar, emitiendo ondas de calor infrarrojo que penetran superficialmente en la piel y la calientan directamente como haría el sol en una mañana de invierno.